Este año no
esta siendo muy propenso en salidas, por varias causas, sobre todo el tema
climatológico, lo que hacía que
tuviésemos muchas ganas de volver a la montaña, y es que las pilas estan ya
muy cerca del 0 % y hay que
recargarlas. Elegimos este día para
realizar una salida sin ninguna pretensión, pasar un buen día de montaña y que
mejor que los ibones azules, los cuales visitamos hace ya unos diez años, y
también cuando visitamos el ibón de Tebarray.
En esta
excursión nos acompañarán Carlos y Jorge (mi hijo), para los cuales supondrá en
mayor o menor medida sus inicios con este mundo, la verdad que salieron
encantados con la experiencia, y es que los ibones azules y su entorno
enamoran. Comentar que esta excursión va
a ser en cierta medida atípica, ya que las condiciones de nieve para esta época
de año van a ser excepcionales. A partir
de los ibones de Bachimaña, la nieve va a ser una constante y si no fuésemos
conscientes del calendario pensaríamos que tranquilamente podría ser mayo, lo
que hace que la excursión sea mucho más atractiva sobre todo para la vista.
Partiremos sobre las 8, desde el balneario de panticosa (1636m.) esta vez el grupo es más nutrido, somos 6, (Carlos, Jorge, David, Gustavo, Paco y el que lo narra Pedro). La senda comienza junto al refugio casa de piedra, pronto como todas las salidas desde el balneario, son exigentes desde el primer momento en seguida comenzamos con sucesivos zigzag a ganar altura rápidamente, iremos junto al cauce del río Caldarés, el cual será una u otra vez objetivo de nuestras cámaras sobre todo la de Carlos, por los numerosos saltos de agua de una gran belleza.
Carlos y Jorge al fondo una de las cascadas del rio Caldarés.
Poco a poco iremos avanzando hasta llegar a la
cuesta del Fraile, la cual nos salvara de un paredón que una vez superado nos
depositara sobre el ibón inferior de bachimaña, y el nuevo refugio. La cuesta
del fraile, la superaremos sin problemas (pensábamos que a Carlos igual se le
iba a atragantar un poquito, pero no fue así).
Tras dos horas de marcha llegamos a ibón inferior de bachimaña (2170m) donde
pararemos a reponer fuerzas, Jorge estrenaba botas y tenía una pequeña rozadura
en el talón, aprovechamos para poner alguna tirita que le alivie. Gustavo y Carlos se acercarán hasta el nuevo
refugio para saciar su curiosidad.
La temida cuesta del fraile, con su cascada que proviene del Ibón de Bachimaña.
De nuevo en marcha, la senda ahora se elevara sobre el ibón, pronto nos encontraremos con un nevero que desciende hasta el ibón, la nieve no se encuentra helada, con mucho cuidado lo sortearemos, un resbalón podría tener fatales consecuencias.
Ibón inferior de Bachimaña, al fondo el nuevo refugio.
Nevero que desciende hasta el ibón, hay que pasarlo con cuidado.
En unos 20 minutos llegaremos al ibón superior
de bachimaña (2207m), el cual se encuentra parcialmente helado, con multitud de
pequeños “iceberg” flotando en la superficie, lo bordearemos hasta el arroyo
proveniente de los ibones azules, desde allí seguiremos este arroyo para
alcanzar el ibón azul inferior (2380m) aproximadamente una hora, el cual se
encuentra represado, también se encuentra parcialmente helado, aquí haremos un
alto y descansaremos un poquito reponiendo algo de fuerzas, aquí tendrá lugar
la anécdota del día David, quiere subirse en una piedra próxima a la orilla, me
figuro que para hacerse una foto, cuando no puede mantener el equilibrio y
acaba cayendo al ibón, no veas lo rápido que salio, con numerosos aspavientos
de que él agua no estaba muy caliente que dijéramos, esto trajo como se puede
suponer algún que otro comentario, broma y alguna que otra risa (que malos que
somos) .
Esto que es, primavera, otoño, invierno... o verano ¿?.
Al fondo arroyo proveniente del Ibón Azul inferior.
Toda la expedición al completo (Jorge, Gustavo, Carlos, David, Pedro y Paco.)
Reflejo de los infiernos sobre el ibón azul inferior.
David secandose tras darse "un baño" en el ibón Azul.
De nuevo
nos ponemos en marcha hacía el ibón azul superior, para ello ganaremos algo de
altura y lo bordearemos por la derecha hacía el torrente que desagua, aquí de
nuevo tendremos que aumentar un poco la atención ya que hay algún paso un tanto
expuesto, así en unos 45 minutos llegaremos a sus orillas (2410m), este todavía
se encuentra todavía más helado. Al fondo
divisamos el collado del infierno, que una vez superado lleva al ibón de
Tebarray, también comentado en este bloc, aquí daremos punto final a la excursión,
decidimos parar a comer en el mismo lugar que hemos almorzado, en las
inmediaciones del nuevo refugio, tras comer de nuevo en marcha el calor se hace
sentir, y sobre las 16,30 llegaremos al refugio casa piedra donde nos
refrescaremos y haremos balance de un día perfecto.
Ibón azul superior, al fondo el collado de los infiernos.
Como
resumen un día excepcional en todos los sentidos, en lo climatológico con un
día soleado y sin viento, pero tampoco con un calor asfixiante la nieve
ayudaba, por otra parte disfrutar de una sencilla excursión pero muy agradecida
con un recorrido espectacular dado lo particular del año con muchísima agua y
nieve lo cual lo hacía mucho más vistosa y que decir de esa imagen de los
ibones azules y al fondo los infiernos … así como acercar la montaña en este
caso a Carlos y Jorge, y ver que ellos también están disfrutando.
Hasta la
próxima…
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