Partiremos como de costumbre de Zaragoza a las 6,00, y tomaremos rumbo a Nerín, para ello tomaremos la nueva carretera que parte desde Sabiñánigo hasta Fiscal que reduce considerablemente el tiempo del viaje. Por cierto en esta carretera casi tuvimos un percance y le falto un pelo, que no atropellasemos a dos "corzos", pero los pude esquivar. Una vez en Nerín tenemos que seguir una pista que nos lleva a las pistas de esquí de fondo, esta pista en estas fechas todavía esta abierta, pero durante gran parte del año se encuentra cerrada y solamente se permite el acceso mediante un sevicio de autobús. Sobre las 8,45, aparcamos el coche 1850m, en principio la predicción metereológica es buena con sol y poca nubosidad. A las nueve comenzamos a raquetear, el día esta bueno si bien bastante nuboso lo que nos hace temer que no podamos tener unas buenas vistas sobre todo a las cumbres más elevadas, pronto nos sorprenderá la gran cantidad de nieve para la fecha en la que nos encontramos.
La idea que llevamos es raquetear, sin ninguna pretensión, y con el destino final de Cuello de Arenas y pasar la mañana y no volver demasiado tarde ya que las altas temperaturas que se esperan, dejarán la nieve en un estado no tan agradable para las raquetas. Así nos dirigiremos inicialmente hacía el Cañón de Añisclo, aunque pronto cambiaremos de idea y tomaremos rumbo hacía nuestro destino previsto, sobre las 10,30 haremos una parada para almorzar, el cielo todavía esta bastante cubierto si bien van apareciendo algún que otro claro, sobre las 12 nos encontraremos ya en nuestro destino 2200m, las nubes poco a poco van cediendo y el cielo se va despejando ya podemos ver Monte Perdido y sus compañeros Cilindro y Añisclo, así como el refugio de Goríz, dejaremos las mochilas y nos aproximaremos con cuidado ya que hay gran cantidad de nieve y no podemos observar lo que hay debajo, hacía el limite del acantilado sobre el valle de Ordesa y así pronto divisaremos la cascada de la Cola de Caballo y el resto del Circo, tras numerosas fotos pronto daremos finalizada la excursión y sobre la 13 horas emprenderemos el camino de vuelta, la nieve todavía esta aceptable aunque cada vez más blanda, todavía veremos varios grupos de raquetistas que no han madrugado tanto como nosotros.
Sobre las 15,30 ya en el coche y rumbo para Zaragoza. En definitiva un día que ya teníamos muchas ganas de que llegase, nuestro reencuento con la montaña en un día muy bueno y con unas vistas espectaculares sobre el valle de Ordesa y todo su entorno destacando sobre todo Monte Perdido y una zona muy buena para las raquetas con un desnivel muy moderado.
Como resumen, un lugar de visita obligada para todos aquellos que les gusten las raquetas, por la amplitud de espacio donde poder raquetear, el escaso desnivel y sobre todo por el entorno, uno de los más bellos del Pirineo, con el Valle de Ordesa a nuestros pies y con unas inmejorables vistas sobre Monte Perdido y sus vecinos.
Hasta la próxima ...
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