El Moncayo con sus 2316m, es el pico más alto del sistema
Ibérico, su situación totalmente aislado, le hace visible desde muchos
kilómetros a la redonda, así en días
despejados se puede observar desde cualquier cumbre del Pirineo.
La idea de subir al Moncayo siempre estaba en
mí cabeza, pero dada la proximidad siempre pensamos en dejarlo para otra
ocasión, finalmente y de una forma
improvisada convencí a Pilar y para allí
nos dirigimos.
Durante
el trayecto, al poco de salir de Zaragoza, Pilar tenía ciertas dudas ya que
podíamos observar la cumbre totalmente nevada,
a lo que yo le intentaba animar y quitar importancia.
Las nubes delatan el fuerte viento en la cima.
Pronto llegaríamos al parking, el día esta soleado aunque hace un poquito de
fresco, nos equipamos y en marcha, en unos diez minutos llegamos al
santuario-bar restaurante. Aquí
tomaremos el sendero, poco a poco iremos ganando altura, al principio transcurrirá
por una zona boscosa, donde tenemos que
atravesar algún que otro tramo sombrío con nieve helada, poniendo especial atención
de no resbalar, así llegamos al circo glaciar de San Miguel.
Aquí tenemos dos opciones ir a la derecha para subir por
lo que se denomina el cucharón que es una subida bastante directa por nieve con
bastante inclinación, o bien girar a la izquierda que es la opción que nosotros
elegiremos.
Al fondo el cucharón, nosotros iremos por la izquierda.
A partir de aquí ya no va haber arbolado,
iremos ganado altura con numerosos zigzag,
y pronto aparecerá la nieve, aquí hay un punto en el que aparece un
cartel “ATENCIÓN con nieve
dura zona de deslizamientos con salida al vacío”, aquí hay que cruzar una media ladera algo expuesta
pero que con cuidado no tiene mayor complicación, si bien no vamos equipados
con crampones, la nieve esta blanda, y hay huella, si la nieve estuviera dura o con hielo desistir si no se lleva el material adecuado y no se tiene experiencia. Delante nuestra va un grupo
nutrido de montañeras, una vez superada, ya sólo nos queda una subida directa
hasta un collado.
Pilar cruzando la parte más inclinada.
Pilar que no lo tenía muy claro, sobre todo
en esta parte final antes de llegar al collado, fue poco a poco ganando
confianza y no tuvo ningún
problema. Al llegar al collado
nos sorprendería el viento, el cual soplaba de lo lindo, y por momentos nos
cuesta mantenernos en pie, ya sólo nos queda caminar hasta la cima por una
ancha loma, hasta llegar a su punto más alto, en la cumbre hay un vértice
geodésico y una columna con una cruz, y un buzón.
Tras el collado tenemos que abrigarnos.
Podemos apreciar el fuerte viento.
Lo que nos queda.
Ya queda poquito, esto tiene otro aspecto.
Comentar que en el Moncayo ha habido
bastantes accidentes con fatal desenlace y es que no debemos menospreciar por
su “sencillez” en determinadas ocasiones, sobre todo si el hielo hace acto de
presencia será necesario ir perfectamente equipado, crampones y piolet …, sobre
todo en el tramo que nosotros hemos pasado a media ladera denominado escupidera y la subida por el cucharon.
Yo pasando frío por mi caballerosidad...la chaqueta es !mía!
Desde la cima un amplio horizonte, donde no
hay nada que se nos interponga en nuestra mirada, salvo una neblina que nos
impedirá ver las zonas más lejanas. La
subida nos costaría sobre unas dos horas.
Con ganas de llegar de nuevo al collado, para
desprendernos del molesto viento, ya sólo nos quedara volver sobre nuestros
pasos, hasta alcanzar de nuevo el santuario, donde comeremos unas costillas que
no veas como entran.
Ya de vuelta, sobre nuestros pasos.
Pilar, y de fondo el valle del Ebro.
Los planes para este fin de semana eran
otros, las circunstancias los cambiaron, dedicar esta cima a Paco, que en todo
momento estuvo en nuestras mentes. Tu
también subiste el Moncayo.
Hasta la próxima…
El 14-04-2014, realizamos una nueva escapada, Paco físicamente todavía no había subido a esta montaña que por estar tan cerca, la tenemos bastante olvidada. Nunca se valora lo suficiente lo que tenemos más próximo.
El recorrido fue el mismo, esta vez el viento lo tuvimos de compañero durante el ascenso y sobre todo en la cima, si bien en el descenso ya amaino bastante. A Paco le sorprendió muy gratamente. Al igual que la anterior ocasión el restaurante del Santuario será el final de esta salida.
Paco y un servidor en la cima del Moncayo. 14-04-2014
El 14-04-2014, realizamos una nueva escapada, Paco físicamente todavía no había subido a esta montaña que por estar tan cerca, la tenemos bastante olvidada. Nunca se valora lo suficiente lo que tenemos más próximo.
El recorrido fue el mismo, esta vez el viento lo tuvimos de compañero durante el ascenso y sobre todo en la cima, si bien en el descenso ya amaino bastante. A Paco le sorprendió muy gratamente. Al igual que la anterior ocasión el restaurante del Santuario será el final de esta salida.
Paco y un servidor en la cima del Moncayo. 14-04-2014
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