Ya tocaba salir de nuevo a la montaña, y esta
vez nuestro objetivo será la Mesa de los Tres Reyes, este mítico pico que hace
frontera entre Francia, Navarra y Aragón, y que su nombre viene porque dada
dicha característica fronteriza se reunían en su cima los reyes de dichos
reinos.
A
las 6 como de costumbre partimos de Zaragoza, esta vez los integrantes somos
Gustavo, Manuel y un servidor. Paco esta
vez no nos acompaña. Sobre las 8,40,
llegamos al refugio de Linza, punto de partida.
Nos equipamos y comenzamos a caminar sobre las 9 h. El día esta totalmente despejado, sin apenas
viento, las previsiones meteorológicas coinciden, si bien dan tormentas para la
tarde.
Al comienzo, con el refugio de Linza al fondo.
El comienzo es el mismo que para el Petrechema
hasta el collado de Linza, en este caso deberemos girar hacía la izquierda
(hacía la derecha Petrechema).
Pasadas
las diez llegaremos a dicho collado (1935m), donde pararemos a reponer fuerzas,
allí coincidiremos con más gente con la misma intención que nosotros.
Desde el collado de Linza.
Tras almorzar, comenzamos
de nuevo a caminar, al principio descenderemos suavemente y giraremos a la
derecha, el camino esta muy trillado y es evidente, un cartel indicador nos
índica la dirección hacía la mesa y sobre dos horas de tiempo a emplear,
seguiremos progresando bajo una pared, con una progresiva y continua pendiente
con mucha piedra suelta, de vez en cuando aparece algún que otro nevero que
iremos atravesando, seguiremos progresando ayudándonos de los mojones, en algún
momento dudamos si vamos por el camino correcto ya que no vemos a nadie y los
neveros no tienen ninguna huella reciente, pero el sendero es evidente y
continuamos, nuestras dudas siguen en aumento así que tras 1,5 h, llegamos a un
collado (collado de Escoueste) y divisamos a nuestra izquierda un pico lleno de
gente y nos percatamos que se trata de la Mesa, nuestra decepción es grande ya
que vemos claramente que nos hemos equivocado, aunque no sabemos donde. Desde dicho collado observamos que debemos de
dar un gran rodeo para enlazar de nuevo con el sendero correcto, unido a unas
amenazantes nubes, por lo que decimos que otro día será.
Atravesamos algún nevero sin huellas, empezamos a dudar.
Continuaremos superando alguna pedriza.
Nuestro objetivo, esta claro nos hemos equivocado.
Por unos momentos no
sabemos que hacer, y decimos seguir los mojones para ver donde nos lleva el
camino, y tras atravesar algún que otro nevero nos llevará hasta la cima de
otro pico (que no sabemos de cual se trata), desde el cual se ven unas
impresionantes vistas sobre el Valle francés de Lescún, a nuestra derecha el
Petrechema en todo su esplendor y a nuestra izquierda nuestra añorada Mesa.
Espectacular vista del Petrechema y las Agüjas de Ansabere desde el Mouscaté.
Valle de Lescún, al fondo el Midi, a la derecha Castillo de Acher.
Tras las fotos de rigor decidimos comenzar a
bajar (12,30h) ya que empiezan a caer las primeras gotas, poco a poco iremos
descendiendo y la lluvia arrecia, nos colocamos los chubasqueros y protegemos
las mochilas y continuamos, poco a poco la lluvia irá cesando y un poco más abajo
del collado de Linza, decidiremos parar para comer.
Foto en la cima, con el Petrechema y la agüjas de fondo.
Sobre las 15 h. llegaremos de nuevo a nuestro
punto de partida, el refugio de Linza, muy satisfechos pese a nuestro error,
pero ha sido un gran día de montaña, hemos descubierto un nuevo pico que se llama
Mouscaté, que seguramente nunca lo hubiésemos visitado, y la Mesa tendrá que
esperar.
Sobre
el Mouscaté decir que tiene su encanto,
sobre todo por sus vistas privilegiadas, así por su soledad, desde su cima
pudimos ver como estaban de pobladas las cimas vecinas de la Mesa y el
Petrechema.
Para
culminar nos detendremos en Echo, donde nos tomaremos unas cervezas en la
terraza del bar Subordan, de donde no nos habríamos movido, pero hay que
regresar…
Hasta la próxima...
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