Ya hace tiempo que teníamos pensado recorrer
estos ibones que se encuentran en el Valle de Batisielles. Para mí
es una zona que me cautivo ya hace mucho tiempo, uno de los rincones más
maravillosos del Pirineo, donde el bosque, el agua, las vertiginosas paredes de
la Aguja de Perramó, Ixea…en fin un enclave idílico para estos ibones.
Aigüeta de Batisielles
Como de costumbre a las 6 partimos de
Zaragoza, esta vez Paco, Gustavo y un servidor.
El viaje se hace algo largo, sobre todo el tramo final del congosto del
ventanillo, sobre las 9 llegamos al parking (1300m) a la entrada del valle de
Estós, nos preparamos, y distribuimos la tienda entre los tres.
Comenzamos
a caminar y enseguida hace acto de presencia el agua, con el embalse de Estós,
nuestro camino transcurrirá, en esta primera parte al lado de las aguas
provenientes de los ibones que más tarde visitaremos.
Bastante cargados iniciamos la marcha, al fondo la presa del Embalse de Estós.
El camino es bastante suave, pronto tendremos
unas magnificas vistas hacía el Pico Perdiguero, la cosa cambiara cuando
tengamos que girar hacía la izquierda, una vez pasada la caseta de Santa Ana,
aquí nos adentraremos en el bosque, con unas continuas rampas, que nos irán
poniendo a prueba, nos cruzamos con varios grupos de excursionistas que por su equipación
nos hacen pensar que su objetivo no esta
muy lejos, y es que subir hasta el primero de los ibones (ibonet de
batisielles) el esfuerzo realizado tiene un gran premio, con un entorno
bucólico donde el verde predomina y con un fondo montañoso predominando la aguja
de Perramó, espectacular.
Una curiosa fuente en el inicio del recorrido.
El pico Perdiguero entre las nubes.
No hay perdida.
Nos adentramos por el bosque.
Nosotros alcanzaremos dicho
ibón (1920m), sobre las 11, y tomaremos
la decisión de plantar la tienda, y vaciar parte de nuestras mochilas, las
cuales van bastante cargadas, esta la colocaremos un poco apartada, junto al cauce
del pequeño río formado por el agua sobrante de los ibones.
Ibonet de Batisielles.
Ya hemos plantado la tienda, y cogemos lo esencial.
Nuestra idea es comenzar
por los ibones de Batisielles y según nuestra información desde estos bajar
hasta el de Escarpinosa para volver a subir hasta los de Perramó. Un cartel nos índica donde comienza la senda
hacía el gran Batisielles y con una duración de 1 hora. Primero ascenderemos en línea recta para
luego continuar a media ladera y finalmente salvar una pared que ya nos dejará
en las proximidades del Ibón (2250m).
Tendremos unas buenas vistas sobre el Valle de Estos, e incluso sobre
las Maladetas.
Vamos ganando altura al fondo las Maladetas.
El ibón es bastante grande,
estamos solos, bueno acompañados de una infinidad de moscas que no nos dejan en
paz, por lo que pronto emprendemos camino hacía nuestro segundo objetivo del día,
la Aigüeta de Batisielles, continuaremos por una senda evidente, e iremos
remontando entre mojones hasta localizar el Ibón (2330m). Se trata de un ibón más reducido pero con un
gran encanto por encontrarse bajo las faldas de la aguja de Perramó, tras las
fotos y descansar un poquito deliberamos sobre el siguiente paso a dar, la
información que tenemos es que existe un camino hasta el ibón de Escapinosa,
pero esto representa descender considerablemente para volver a subir hasta los
ibones de Perramó, y actualmente estamos prácticamente a la misma altitud, sin
ver los ibones de Perramó se intuye donde se encuentran así que continuamos
siguiendo los mojones que van en dicha dirección, en un momento veremos una
bifurcación una que desciende y otra hacía la derecha y entendemos que estamos
en el camino correcto, continuaremos hasta salvar un último tramo bastante
pendiente que nos dará paso a una zona más llana donde divisaremos al fondo
el Ibón de Perramó (2270m).
Aigüeta de Batisielles aquí ya no había moscas...
En el fondo bajo las ladera nevadas, nuestro próximo objetivo el ibón de Perramó.
Se trata de un ibón de gran
tamaño con unas aguas oscuras con tonos grises y verdosos, todavía queda algún
nevero que desciende hasta sus orillas y rodeado de grandes montañas (tucas de
igea (2800m), tuca del xinebro (2628m), tuca pala chula (2702m), pico de
Escorvets (2902m), y tras nosotros la aguja
de Perramó (2550m.)).
Ibón de Perramó, paisaje de alta montaña.
Sobre sus orillas
descansaremos un buen rato y aprovecharemos para reponer fuerzas, la sensación
de tranquilidad y soledad es absoluta, uno de esos lugares que no se olvidan y
que en muchos momentos te gustaría ser transportado, el enclave es simplemente
fantástico. Tras comer y charrar un buen
rato y ver la suerte que hemos tenido al encontrar el camino correcto para
llegar hasta sus orillas, sin descender hasta Escarpinosa, emprendemos marcha
hasta nuestro siguiente objetivo y este es la Tartera de Perramó, el camino es
evidente continuaremos el arroyo que desciende, y en poco tiempo llegaremos hasta sus orillas
(2360m.), de dimensiones más reducidas.
Tartera de Perramó a 2360m.
Tras las fotos volvemos sobre nuestros pasos y
volveremos al ibón de Perramó, del que nos despediremos, seguiremos con nuestro
recorrido y tras un comienzo un poco dubitativo encontraremos de nuevo el
camino que nos llevará a la anterior bifurcación y esta vez tomaremos el camino
que desciende directamente y nunca mejor dicho hasta el Ibón de Escarpinosa, el
descenso es bastante penoso, piedra suelta al comienzo, para pasar a grandes
bloques, prácticamente hasta el propio ibón, comentamos que la decisión de
haber empezado por batisielles fue la acertada ya que esta subida hubiese sido
bastante más dura.
Una foto de familia, con el ibón de Escarpinosa de fondo.
Tras permanecer un buen rato descansando en la
orilla del Ibón, decidimos emprender marcha poco a poco hasta la tienda, sobre
las 18h ya nos encontramos tomando unos frutos secos acompañados de una ambar
que nos sienta de maravilla, charlando relajados del excelente día de montaña
que hemos vivido.
Poco
a poco el tiempo ira pasando, y decidimos que es el momento de preparar la cena,
tras esta daremos un paseo, el sol nos abandona y empieza a refrescar así que
mejor momento para visitar nuestro pequeño “hotel”, que si bien no es el más
confortable, tiene unas maravillosas vistas que pocos hoteles de gran lujo las
pueden superar, el cielo esta totalmente despejado y los últimos rayos se
reflejan sobre las afiladas cumbres.
Ultimos rayos de sol.
Nos
levantaremos muy pronto sobre las 7 h., y tras recoger emprenderemos marcha
hacía el coche, de nuevo el amanecer nos sorprende con unas imágenes para
recordar. Sobre las 9 ya estamos en el
coche y en camino.
Haremos
una parada en Benasque donde desayunaremos “de nuevo”, la conversación en la barra del bar de un
grupo, nos hace ver que es una población
que se respira montaña. Bueno Benasque
hasta pronto…
No hay comentarios:
Publicar un comentario