El Aneto con
sus 3404m. es el techo de los Pirineos, y por tanto una visita casi obligada,
llegar a su cumbre no está exento de esfuerzo.
Los dos
itinerarios más comunes para subir son por el Portillón Superior y por
los Lagos de Coronas, nosotros elegimos la primera opción.
La fecha será el fin de
semana del 9 de Julio, la fecha no es elegida por casualidad, ya que conforme
avance el verano, habrá menos nieve sobre el glaciar y así evitáremos el
transitar por el glaciar helado, reduciendo así el riesgo de resbalones y
caídas.
De todas las
salidas desde 2004 esta es la tercera que hacemos en valle de Benasque, así en
el 2007 ascenderíamos el Mulleres que sería nuestro estreno en los tres miles,
y hace un mes a los ibones de Batisielles-Perramó, ahora toca el Aneto.
Esta vez saldremos de Zaragoza el viernes a las 18,00 después de currar por la
mañana, para dormir en Benasque y al día siguiente tomar el autobús a las
5,00 que nos lleva a la Besurta (1905m) y regresar el domingo para comer en
Zaragoza.
Los integrantes del grupo esta vez estará formado por Paco, Gustavo, Manolo, y
Pedro (yo mismo). Comentar que Gustavo ya había subido al Aneto hace unos
años.
Nos alojaremos
en las inmediaciones de Benasque, en el hotel Turpi, el hotel se encuentra al
lado de la carretera entre Benasque y el Hospital de Benasque que es donde
tendremos que tomar el autobús, que nos acerque a la Besurta. Pronto
cenaremos y a la cama, que mañana nos espera un buen día.
Suena el
despertador son las 4,00 nos ponemos en marcha, desayunamos, pillamos los
bártulos y para el coche, en el vado del Hospital tomaremos el autobús de las
5,00, ya hay un buen número de gente guardando cola, nos colocamos en la fila,
la mañana esta fresca, el autobús llega y nos vamos colocando como buenamente
podemos, hay gente que tendrá que esperar al siguiente ya que no cabe ni un
alma más.
A las 5,40 comenzaremos a caminar
nuestro primer objetivo será el refugio de la Renclusa (2140m) ya vemos luces
de frontales de personas que han madrugado más que nosotros, pronto los
frontales no serán necesarios ya que se empieza a ver bastante.
En unos 35 minutos ya nos encontramos en el
refugio, tras una vista fugaz seguimos adelante a partir de aquí el camino
dejara de ser tal para convertirse en un mar de piedras (grandes bloques) tras
algún que otro percance, resbalones, caídas… pero sin sufrir ningún daño iremos
paso a paso, piedra a piedra ganando metros yo particularmente no me encuentro
muy fino y me va costando subir más de lo habitual, pero sigo adelante.
Primeras rampas después de refugio.
Sobre los 2.860m alcanzaremos el Portillón Superior tras
alguna pequeña trepada y destrepada, superaremos dicho paso. Frente a nosotros podremos apreciar en toda
su magnitud el glaciar y al fondo nuestro objetivo el Aneto.
Bajo mí
punto de vista el momento más espectacular, ya que al igual que cuando se llega
a un collado siempre hay cierta intriga sobre lo que habrá al otro lado, y casi
nunca nos defrauda, así como si abriésemos una ventana de par en par
podemos observar por primera vez el Aneto en todo su esplendor junto con su
glaciar, y todo lo que nos queda para llegar a su añorada cima.
Subiendo el Portillón.
Nuestra primera visión del Aneto.
Tras un ligero
destrepe descenderemos el Portillón y seguiremos progresando hacía el glaciar. Nos tomaremos un
respiro y pararemos a almorzar, a mí la comida no me entra muy bien pero como
algo y me hidrato, tras la breve parada de nuevo en marcha, pronto nos pondremos los
crampones y comenzamos a atravesar el glaciar, el trazado es bastante
horizontal y me encuentro bastante mejor, por delante y detrás podemos observar
bastante gente.
Una vista atrás al Portillón.
Delante de nosotros lo que nos queda todavía ....
Ya hemos atravesado
el glaciar, y ya nos encotramos sobre la inclinada pendiente que nos queda para
llegar a la cima, me encuentro "bastante bien" y con alguna que otra
parada sobre todo en el tramos final llegamos a la antecima, donde hay un
monton de gente, ya sólo queda el último esfuerzo esto es el paso de mahoma, un
estrecho paso con patio a ambos lados, no muy largo, yo me busco un buen lugar
y toma asiento, tenía muchas dudas antes de llegar hasta aquí sobre pasar o no
pasar, pero dadas las circunstancias ni me lo planteo, ni siquiera me acerco a
divisarlo, por otra parte Paco, Gustavo y Manolo, se situan el la cola a
esperar turno, Manolo finalmente no lo tiene claro y también desiste. Paco y Gustavo pasan sin ningún problema y
según comentan no tiene especial dificultad.
Pese a no hacer cima, para mí por todo lo anterior si lo considero como
tal, de todas formas tengo la escusa perfecta para volver.
Nuestro rostros delatan el esfuerzo realizado.
Mucha gente en el Paso de Mahoma.
La sensación de hacer cima, me figuro que será la misma
que en otras ocasiones, si bien tiene que ser algo especial, por su relevancia,
y es que no se puede estar más alto en nuestros queridos Pirineos.
Desde la cima , un amplio horizonte
se abre sobre nuestros ojos, sin olvidarnos del Pico Mulleres que se ve “muy
abajo”, de grandes recuerdos para Paco y un servidor, por tratarse de nuestro
primer tres mil.
Tras un
buen rato decimos descender (sobre las 12,30), iremos caminando sobre nuestros
pasos, el descenso sobre todo en la parte final, tras atravesar de nuevo el
Portillón se hace duro y penoso, esos infinitos bloques que tendremos que ir
sorteando, se hace eterno y eres consciente que en algún momento esto acabara,
pero cuando…
Manolo y un servidor en la
antecima.
Gustavo y Paco en la cima.
El tiempo empleado
para subir fue de 6 horas incluidas las paradas y 5 para el descenso, en total
11 horas con un desnivel de 1500 de subida y otros tantos de bajada.
El Aneto es una
visita obligada por ser el mayor pico de los Pirineos, esto bastaria por si
sólo para subirlo, pero hay más razones, la primera imagen que tendremos de él,
al atravesar el Portillón ya merecería la pena, la condición de recorrido mixto
con la travesía del glaciar, la sensación de altura, todo lo que divisamos esta
a nuestros pies, así por ejemplo el Mulleres, que sería nuestro primer 3000
(para Paco y para mí) nos hace apreciar que estamos muy altos.
Por fin... son las 17,30 y llegamos de nuevo a la Besurta, donde nos esperan unas cervezas, para hacer tiempo al autobús de regreso.Hasta la próxima.
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